viernes, 2 de noviembre de 2012

Lo que jode



-       Tetas. Es magnífico tener tetas. A veces quisiera ser hombre para pensar sólo en mis tetas y olvidarme del desastre que habita en mi cabeza. Tetas. A las feministas nazis no les gusta esto.
  
 -   Es cierto que, como bien dicen, caminar ayuda a despejar la cabeza. Pero en ocasiones desesperadas, ni eso.

-     Volví al punto inicial del juego: no quiero hablar de Venezuela, no quiero los pormenores de sus tragedias cotidianas. Estoy agotada de ese país y lo que pueda decir sobre él lo haré sólo con personas allegadas.

-        Si usted piensa que no puedo estar agotada de Venezuela porque no vivo allá, le sugiero que busque otro blog o que vaya a ver el canal de la Asamblea.

-     Chávez y yo tenemos algo en común: un clóset con cuatro prendas de ropa combinables entre sí.

-     No puedo tomarme en serio a quienes proclaman su deseo de ver morir a la crítica (literaria o cinematográfica, da igual).

-       Hay personas que escriben muy bello y han leído cientos y cientos de libros pero sus opiniones políticas son tan ligeras como un artículo de Cosmopolitan. Sé lo que digo porque a mí sí me gusta esa revista (va con todo mi amor, feministas ladillas)

-     No sólo existe el chavismo: la crisis de los 30 también, para rematar. Qué mundo hostil, joder.

-      Es más fácil entender el peronismo que comprender el afán femenino por la boda eclesiástica. ¿Por qué lo hacen? ¿No les basta con carecer de sentido del humor?

-    Las anteriormente mencionadas hallan muy divertido llamarse entre ellas “bruja”. Qué bajón, qué horror.

-       Poesía es. No sé por qué me someto a esas cuentas que tuitean 24/7 semejantes naderías. “Poesía es ser y no ser”, “Poesía es un hombre en el desierto”. ¿Saben qué apelaba a la misma fórmula? El álbum de “Amor es”, queridos. Ojo, que yo también tengo mis momentos de inoperante y condenada eternamente a humanidades y por ahí me aventuro con una de ésas que ni Drexler. Igual lo importante es la autocrítica. La autocrítica se está llevando esta temporada, me apunta un chavista del Facebook.

-          Que el prólogo sea mejor que el libro. Esos reales se perdieron.

-        Recibo mensaje de mi mejor amiga: ”¿Y dónde está el piloto? ya por TCM”. Las buenas minas existen, sí señor.

-    Un espíritu solemne de mirada enajenada se apodera de mis compañeritos de maestría cada vez que mencionan a Deleuze.  Sospechosos de virginidad forzada, mínimo.

-          Sí, yo me río con poco. Pensé que ésa era la idea.

-    He sido arrastrada al grupo de los insomnes. Lo asumiré estoica: tuitearé pendejadas, beberé y fumaré. Pero no veré infomerciales.

-     Cualquier momento es bueno para lanzar una chola por la ventana mientras nos lamentamos por las cosas imposibles.

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