En el camino pensaba que antes de
resignarme mejor pasaba por Cúspide y sacaba la tarjeta, a punto de extinguirse
lo último de la liquidación, y me iba a casa más o menos contenta, con otra
entrevista para un trabajo de mierda pero también con olor a libro nuevo bajo
el brazo. Entonces empecé a atormentarme: escribe, pelotuda, haz algo, por lo
que más quieras. ¿Y qué voy a escribir, a ver? Un post, una receta, un
manual. Escribe, escribe, imbécil. Por lo general siento que más que pensar, me
obsesiono. Tengo ideas fijas y camino con la cabeza gacha y ahí estoy otra vez
diciéndome por qué carajo no levantas nunca la vista, con tanto edificio lleno
de detalles, con tanto chico con el pelo revuelto y tanto Buenos Aires y mira
todo lo que ha cambiado Corrientes y vos toda lánguida. A lo mejor pienso
siempre lo mismo porque no levanto la vista. Ahí tiene que haber una relación
que se me escapa, mirada abajo, cabeza vacía. Y llego a Cúspide y me lanzo al
mesón de novedades porque otros dirán lo que quieran de los libros usados, pero
cuando me agarra el bajón así necesito libros nuevos, en su plástico, con
promesas de miles de ejemplares vendidos y la gran obra que seduce a Francia o a Alemania o yo qué sé.
Un libro de Tusquets, eso quería. Los de Tusquets son elegantes, los de
Alfaguara en cambio tienen un diseño espantoso; quizás los de Anagrama, no los compactos,
que también, pero yo necesitaba el libro más bonito, uno para olvidar. Yo digo
que fue la canción de Depeche Mode: una hora hojeando, revisando, repitiéndome
mi teoría estética sobre editoriales y la canción esta empieza a sonar y olvido todo y agarro uno y
ni veo el precio y me voy a la caja, no, no es para regalo, señorita. O sí,
para regalarme un pedazo chiquito de algo bueno, si gusta. Y cuando salgo le
doy a repetir canción y me quedo en la puerta de la librería y veo hacia arriba
y está bueno, pienso, está bueno ver hacia arriba. Saco de la bolsa el libro
enfundado en plástico como juguete nuevo y leo: coño, es de Alfaguara.
Y? Cuál era la canción?
ResponderEliminar¿Puedes creer que ya ni me acuerdo?
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