Los músicos tienen pájaros por manos
aunque sus piernas sean a veces
de palo –dicen que se exceptúan los percusionistas-.
Un tren bala llevan en la cabeza
no hay estaciones para descender:
es un viaje de ida.
Hablan, hablan
Tocan, tocan
Escuchan, escuchan
(hasta que intentas un silencio)
Atiborran los bares
vacían todas las botellas
mientras alucinan con la siguiente melodía
Y te piden que oigas
Escucha
Pon atención
Oye bien la letra.
Y a todos los odias.
Y a todos los amas.
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