lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Y tú ya leíste «1984»?


«Los ojos de éste le perseguían a uno desde las monedas. Sí, en las monedas, en los sellos de correo, en pancartas, en las envolturas de los paquetes de los cigarrillos, en las portadas de los libros, en todas partes. Siempre los ojos que os contemplaban y la voz que os envolvía. Despiertos o dormidos, trabajando o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la cama, no había escape. Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo»


«Y si todos los demás aceptaban la mentira que impuso el Partido, si todos los testimonios decían lo mismo, entonces la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad. «El que controla el pasado —decía el slogan del Partido— controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado»»


«Nosotros somos los muertos. Nuestra única vida verdadera está en el futuro. Tomaremos parte en él como puñados de polvo y astillas de hueso. Pero no se sabe si este futuro está más o menos lejos. Quizá tarde mil años. Por ahora lo único posible es ir extendiendo el área de la cordura poco a poco. No podemos actuar colectivamente. Sólo podemos difundir nuestro conocimiento de individuo en individuo, de generación en generación. Ante la Policía del Pensamiento no hay otro medio»


«Y, al mismo tiempo, la idea de que se está en guerra, y por tanto en peligro, hace que la entrega de todo el poder a una reducida casta parezca la condición natural e inevitable para sobrevivir»


«Lo que interesa no es la moral de las masas, cuya actitud no importa mientras se hallen absorbidas por su trabajo, sino la moral del Partido mismo. Se espera que hasta el más humilde de los miembros del Partido sea competente, laborioso e incluso inteligente —siempre dentro de límites reducidos, claro está—, pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástica de triunfo. En otras palabras, es necesario que ese hombre posea la mentalidad típica de la guerra. No importa que haya o no haya guerra y, ya que no es posible una victoria decisiva, tampoco importa si la guerra va bien o mal. Lo único preciso es que exista un estado de guerra»


«En el vértice de la pirámide está el Gran Hermano. Éste es infalible y todopoderoso. Todo triunfo, todo descubrimiento científico, toda sabiduría, toda felicidad, toda virtud, se considera que procede directamente de su inspiración y de su poder»


«Un grupo dirigente es tal grupo dirigente en tanto pueda nombrar a sus sucesores. El Partido no se preocupa de perpetuar su sangre, sino de perpetuarse a sí mismo. No importa quién detenta el Poder con tal de que la estructura jerárquica sea siempre la misma»


«A los proletarios se les puede conceder la libertad intelectual por la sencilla razón de que no tienen intelecto alguno. En cambio, a un miembro del Partido no se le puede tolerar ni siquiera la más pequeña desviación ideológica»


«Se espera que todo miembro del Partido carezca de emociones privadas y que su entusiasmo no se enfríe en ningún momento. Se supone que vive en un continuo frenesí de odio contra los enemigos extranjeros y los traidores de su propio país, en una exaltación triunfal de las victorias y en absoluta humildad y entrega ante el poder y la sabiduría del Partido»


«El pasado será lo que el Partido quiera que sea»


«El Ministerio de la Paz se ocupa de la guerra; el Ministerio de la Verdad, de las mentiras; el Ministerio del Amor, de la tortura, y el Ministerio de la Abundancia, del hambre»


«Si los Altos, como los hemos llamado, han de conservar sus puestos de un modo permanente, será imprescindible que el estado mental predominante sea la locura controlada»


«No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura»

Todas las citas pertenecen a 1984, de George Orwell. Aquí puede descargarlo gratis en formato Epub o PDF:http://tomalibros.net/descargar-libro-1984-de-george-orwell/  

7 comentarios:

  1. Siempre, constantemente.
    Lucidez adamantina

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  2. Antes de leer 1984, es mandatorio leer Animal Farm.

    Que detallista y descriptivo fue Orwell.

    Que repetitivo y predecible son estos políticos que tanto hablan de revolución.

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  3. Sin olvidar las atrocidades de la neolengua al pensamiento. Pensar que Kundera lo tenía por panfletero, pero era imposible que alguien adivinira el valor que iba a cobrar.
    Pongo 1984 en triángulo con Farenheit 541 y Un mundo feliz.
    Digo, ya que ando paseando por el blog, que está tuanis.

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  4. Coño, quién diría que 1984 podía ser usado como un manual de gobierno.

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  5. No es un poco descabellado pensar que eso ocurre con la posibilidad que tienes para publicar y contrastar tu opinión en la red?

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