miércoles, 14 de agosto de 2013

A veces los piscólogos dicen grandes verdades


A veces los piscólogos dicen grandes verdades. A veces. Raras veces, convengamos. La mía, no bien he tomado asiento, me ametralla con preguntas y yo, harta de mi carga, le suelto la retahíla de mis recientes verdades: el hombre que amo desde hace cinco años ya no me ama, debo marcharme de Argentina para volver a un país que me causa angustia, debo abandonar a mis perros, a mi madre le parece que lo que escribo es basura, no tengo a dónde llegar en Caracas, temo perder mi libertad y mi independencia, debo abandonarlo todo de nuevo, sufro de insomnio otra vez, las pastillas no me ayudan, necesito un abrazo que nadie me da, no tengo dinero, no sé qué haré en una ciudad como Caracas, mi computadora se quemó y el disco duro parece no funcionar, por lo que tal vez haya perdido todo lo que he escrito. Todo eso lo digo en medio de un llanto que no parece querer ceder. Y ella habla y habla mucho y yo no retengo nada. Hasta que dice: Desdramatiza, estás apocalíptica. Y por fin me río de mí misma. 

2 comentarios:

  1. El tiempo de dios es perfecto....

    Habiendo dicho esto y luego de haberme reido hasta terminar de tipear la última "o", creo que debo decir que aunque todas esas cosas suenen verdaderamente mal y nos sintamos lo más mierda posible, lo único que queda es enfrentarlo todo y ver que sale de todo esto. Al final no es más que otra gran aventura en nuestras vidas, que nos mueve el bote, haciéndonos creer que nos voltearemos y al fondo vamos a dar.

    A veces nada más queda ponerse la armadura - o el traje de buzo, como quieras - y pelear.. o nadar?....

    Lo único que nos queda a nosotros mismos es reirnos de todo lo que nos pasa.

    ResponderEliminar
  2. Tia, con tanta mierda encima y llorando? Eso se deja para después de que enfrentaste los problemas, igual que el psicólogo, es como gastar 2 veces pasta en el mismo desastre emocional.. En esas situaciones es cuando los Ateos echamos una Miradita al cielo ( temerosa e imponente) suplicandole a un Dios que Siempre supimos que existía pero en realidad nunca quisimos sentir. Y tranquila que ése no abandona (sea que miréis o no).

    ResponderEliminar