domingo, 9 de diciembre de 2012

Cinco películas a prueba de resaca


«Y ahora para descomprimir muestren el pito de un hetero»
@estoypresa


Que sí, necesario es descomprimir, dijo el héroe de la Patria. ¿No? En fin, este post no trata ni sobre pitos ni sobre héroes, sino sobre películas. ¿Y no tiene que ver? Ah, ni idea. Salvo que pensemos en la resaca como uno de los poquitos gestos heroicos a los que podemos aspirar todavía en esta vida miserable. Sí, la resaca. La historia es así: me encontraba yo hundida un domingo en el más bajo y deplorable estado físico y mental a causa de una mezcla apocalíptica de whisky etiqueta inexistente con vino de pordiosero; vamos, el ratón del año y del lustro; para qué voy a dar detalles si ya el recuerdo me produce pesadumbre. Y entonces, con la habitación a oscuras y una mentada de madre certera y constante en la cabeza hacia aquellas bebidas del inframundo, encendí el televisor. Nadie con semejante dolor de vivir puede concentrarse en una película. Pero no era cualquier película la que estaban dando: era, nada más y nada menos, que In Bruges. Y de eso va este post: existe una cantidad obscena de listas de mejores películas; mejores para enamorarse, para asustarse, para reír, para sentirse conocedor y para qué sé yo cuánto más. Pero ese día -hastiada, deprimida, vaciada-, de la resaca surgió una idea: mi lista de mejores películas porque sí. No mis preferidas de toda la vida, no las que más me joden el alma sino esas películas, más o menos contemporáneas, que siempre puedo volver a ver con el mayor de los gozos, incluso sintiéndome peor que un mendigo. Por supuesto, tiene usted razón: me está faltando destacar la subjetividad de cualquier lista, pero no creo que sea necesario: ésta lo es porque sí. Es mía, es un arranque de malcriadez, una enumeración que me define actualmente y, sobre todo, un acto –heroico- para descomprimir, para aligerar, para borrar por un rato la iniquidad de los últimos días. Quizá el lector ya las ha visto todas y entonces este post le resultará bastante inútil. Y bueno, no vine a revolucionar al mundo desde un blog.

In Bruges (Martin McDonagh, 2008)

«One gay beer for my gay friend, one normal beer for me because I am normal»

En In Bruges  (Brugge en flamenco, y cuya traducción al español sería puentes, pero nunca falta el traductor con fiebre amarilla que hace lo que se le antoja) hay cocaína, un enano, asesinos a sueldo, ganas de suicidarse y esas postales de otro mundo que sólo puede brindar una ciudad como ésta. Es decir: casi todas mis cosas favoritas en la vida.

Old School (Todd Phillips, 2003)

«All right, let me be the first to say congratulations to then. You get one vagina for the rest of your life. Real smart, Frank. Way to work it through»  

La escena del tranquilizante en la yugular tendría que figurar entre los mejores momentos del cine. E insisto: Will Ferrell es más grande que Jesucristo.

We own the night (James Gray, 2007)

«Oh man. This shit is making me feel light as a feather!»

Joaquin Phoenix, Eva Mendes, Blondie, años ochenta, más drogas, más acción, más cosas hechas como a medida. El inicio es soberbio, la secuencia en el laboratorio de cocaína también y, en general, en toda la película se respira Hollywood en su esplendor, haciendo de maravillas lo que tan bien se le da.

The Lincoln Lawyer (Brad Furman, 2011)

«You know what? You would've done all right on the streets. 
Shit. Where do you think I am, Earl?»

Debe ser la tercera vez que la menciono en el blog. Este película exuda clase (piensen, por ejemplo, en la canción de Bobby Bland). ¿McConaughey? Ni modo, siempre llega el momento de reconocer que estábamos equivocados. Lo cierto es que el mundo, o al menos el mío, estaría mucho mejor con más joyitas así.

Miami Vice (Michael Mann, 2006)

«Let's take it to the limit one more time» 

Gracias por existir, Michael Mann. Gracias por tanta película linda y en especial por ésta, con sus disparos bien sonados, sus luces, su energía sucia y medio arrabalera, y porque tal vez pocos imaginaban que esta adaptación de la serie resultaría tan grande. Heat, Collateral o The insider también podrían formar parte de esta lista (nunca Public Enemies), pero hay que discriminar.

5 comentarios:

  1. Miami Vice? nunca me interesó, me pareció una película innecesaria...pero seguiré tu consejo y la veré.

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  2. Vaya, véala (y si es con un mojito, mejor).

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  3. Pues no, no me gusta mucho que digamos.

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  4. Vivre sa vie, Lucía y el sexo, Nikkita (1990)

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