jueves, 28 de marzo de 2013

Tuiteando desde el avión

- Quien parte siempre se quiebra.
- Se llora al partir y se llora al regresar. De cualquier modo se pierde.
-  A veces sólo la bondad de un desconocido basta.
- Más vivimos, más solos nos quedamos.
- El exiliado es una eterna figura incompleta.
- Algunas ciudades invocan mejor la muerte que otras.
- Todo exilio es desvarío.
- Todo amor es ancla.
- Para escribir hace falta un poco de vino y muchísimo desasosiego.
- La certeza de la muerte no me abandona. De estas cosas no se habla.
- Para sentirme orgullosa de ser quien soy, me exijo no escribir como mujer.
- La familia es el núcleo y el origen de todos los males.
- Voy dejando jirones de carne: sólo así concibo la posibilidad de alguna vida.
- Mi suicidio no depende de los hombres: depende de la posible orfandad de mis perros.
- Me fijo metas inversas a lo que exige la ciudadanía recta. Mis metas son hermosos desmanes.
- Para no escribir, basta con leer. En cambio, basta con vivir para insistir en el absurdo.
- Cada amor forma su propia llaga.
- Algún día dejaré de juzgarme tan duramente. Entonces, todos elogiarán mis huesos.
- Sólo encuentro alivio en el alcohol. Por eso la escritura no es más que un actor secundario.
- La ebriedad y la dicha van de la mano.
- Algunos nacemos para estar solos; es mejor asumirlo temprano.
- Ya no lucho con mi soledad: la rodeo.
- Y al final descubrió que estaba tan sola en el país de origen como en el país de llegada. Ése fue el verdadero golpe bajo.
- Bendito sea mi sentido del humor, que me mantiene casi incólume ante el fracaso.
- La vida es dura: por cada buen polvo nos tocan cinco malos.

2 comentarios:

  1. La soledad no depende del país, pero ha de ser mas llevadera deambulando entre calles extrañas que encerrada tras cercas electrificadas.

    Un abrazo para ti y otro para los perros.

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  2. Gracias por ese comentario. Va otro abrazo para vos.

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