domingo, 16 de octubre de 2011

Del conocimiento de la lluvia

Curioso. Antes de aquel encuentro nunca había mirado la lluvia.
Eran los tiempos de incógnitas visitas
y de extraños placeres entre soledades inútiles.
La alta casa de ventanas cerradas
el patio sin luz
el egoísta y apartado rincón para fines precisos
las plantas imaginarias.
entre otras cosas.
Después fue distinto
la lucha bajo el gris tenaz
y probablemente,
otros detalles de los cuales poco conocemos
no es mucho lo que se ha conservado.
Entonces sí, no se interrogue el lector
los avatares del azar
el tiempo cíclico de un mago
el sueño de otro
el infinito devenir del tiempo
o su incesante repetición.
Todo nos es desconocido.
Aún así, estos encuentros se producen burlando nuestro
miserable entendimiento.
La lluvia se convirtió en sentencia,
misterio fantástico sobre una ciudad monstruosa.
recuerdo alegre o doloroso de ausencias.
O por lo menos, es todo lo que la historia siempre tan precisa
revela.

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