miércoles, 15 de agosto de 2012

Cuatro paredes y dos perros


"Luego, repentinamente consciente de lo que su mente le está haciendo, se pregunta por qué se ha vuelto tan sentimental, por qué no paran de ocurrírsele esos pensamientos, cuando durante tantos años nunca se le han ocurrido. Todo es parte de lo mismo, piensa, avergonzado de ser así. Esto es lo que pasa cuando no tienes con quién hablar".

Paul Auster. Fantasmas (La Trilogía de Nueva York)

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