lunes, 30 de mayo de 2016

La lógica del verdugo


La lógica del opresor se expande y como gas tóxico permea cada espacio. Nos convertimos en un discurso de autoayuda ambulante, una fuente de eufemismos. El poder tiene una estrategia impecable: hacerte sentir culpable. Eres culpable por consumista, por querer dinero, por quejarte, por criticar. Sometidos al infortunio algunos bajan la cabeza y, como perros apaleados, se hacen eco de la voz del verdugo.

Ahora te quieren decir que eres culpable. Como si de un pecado original se tratase. Pero tú sabes que no tienes la culpa. Lo sabes hace años, lo sabes con tu quince y último, lo sabes cada día que luchas por sobrevivir en otro país. Lo sabes cada mañana cuando te levantas con arrechera porque eres la noticia: tú, tu familia sin medicinas, tus panas desesperados y con la moral por el piso. Los jóvenes que protestan no tienen la culpa de un carajo: ¿o ya olvidamos que tienen la edad de la revolución? Afirmar que todos somos culpables es una bofetada para los hoy torturados.

Decía Susan Sontag: «Las palabras apuntan. Son flechas (...). Y cuánto más solemnes, más generales son las palabras, más se parecen a salones o túneles». Culpa es un túnel donde sumergirnos a todos para que al final nadie sea culpable. Y adivinen quién gana.

Pero tenemos miedo de señalar a quien hay que señalar, queremos ser buenos a toda costa, queremos ser más democráticos que el papa, no importa lo que eso signifique, pero siempre y cuando pase por un abrazo entre todos al ritmo de El Puma. Y que haya tequeños.

Susan Sontag también escribió: «Me parece que la doctrina de la responsabilidad colectiva, como motivo para el castigo colectivo, no está justificada jamás, ni militar ni éticamente ». No necesitamos darnos tres golpes de pecho. Necesitamos llamar a las cosas por su nombre, reconocer que si hay bien es porque existe el mal. Necesitamos dejar de lavarle la cara al socialismo y ser capaces de desnudarlo como lo que es: una máquina de matar. Incluso ideas.

1 comentario:

  1. Cuatro amigos y dos familiares han sido eliminados por el ejecutor, AKA socialismo.

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